Introdución de Aguas Termales

La naturaleza es sabia, y desde tiempos muy remotos, animales propios de zonas endémicas donde se produce este fenómeno, aprovechaban las propiedades medicinales de las aguas termales para sanar sus patas, alas, heridas o algunas lesiones. Imitando el conocimiento animal, el hombre empieza a hacer uso de las aguas termales con esta finalidad, aproximadamente hace 4000 años, sin embargo, se estima que el hombre de la Edad de Piedra ya realizaba estas prácticas.

A través de los siglos, las más grandes civilizaciones occidentales aprovecharon todas las ventajas propiciadas por las aguas termales y sus propiedades curativas, como la relajación y el disfrute, aprovechado en los balnearios del Imperio Romano, a partir del siglo I A.C. En la actualidad, el aprovechamiento que tanto griegos como romanos daban a sus fuentes termales se funde para brindar, a quienes se sumergen en sus aguas, una experiencia tan relajante como beneficiosa.